El contraste de la primera década

Los contrastes de la primera década (equipo Nº2)


El triunfo del gobierno en la guerra de 1904 fortaleció el poder de José Batlle y Ordóñez como jefe del Estado y de partido. Tanto él como su sucesor imprimieron a la primera década del siglo el sello de importantes realizaciones.

Más aspectos de la primera presidencia de Batlle


    La guerra civil absorbió la atención del presidente durante los dos primeros años de su ejercicio. Firmada la paz, quedaba el compromiso de buscar una solución que evitara futuros conflictos. Batlle, no obstante, creía que la dirección del Estado requería unidad de acción, y a su entender esto solo era posible  con un gobierno de partido. De modo que siguió practicando el exclusivismo colorado. La ley de reforma electoral de 1904 no resolvió los problemas y fue el germen de nuevos levantamientos blancos.
    Con un gabinete partidario y mayorías parlamentarias, Batlle desplegó un programa que anunciaba algunos de sus grandes principios de acción.
    En lo económico, amparó el desarrollo industrial, sobre todo en los sectores azucarero y textil; amplió las obras de la usina de luz eléctrica y desarrolló un amplio plan de construcción de caminos y carreteras. Estas corrían paralelas a la red ferroviaria, como forma de competir con la hegemonía inglesa en las comunicaciones. Además, la confianza generada por la paz y una administración austera de los dineros públicos permitieron rescatar gran parte  la deuda en el exterior y convertirla en deuda interna.
    En materia social, el presidente envió al parlamento, en 1906, un proyecto de ley de reducción de la jornada laboral. El tema tenía antecedentes, pues los nacionalistas Carlos Roxlo y Luis Alberto de Herrera habían presentado un proyecto similar el año anterior. La propuesta presidencial buscaba reglamentar y disminuir progresivamente las horas trabajadas, según tipos de tareas, y proteger la situación laboral de niños y mujeres. La iniciativa no prosperó y su discusión se prolongó por casi durante una década. También en relación a los derechos laborales se fundó en este período la Caja de Jubilaciones Civiles.
    La educación era para Batlle una herramienta fundamental. Durante su primera presidencia se crearon nuevas facultades -la de Comercio y la de Veterinaria y Agronomía- y se proyectaron diez liceos departamentales. Además, se votaron recursos para la construcción de los locales de la Facultad de Medicina, la sección de Enseñanza Secundaria y el edificio central de la Universidad.

El gobierno de José Claudio Williman


    Aunque se lo suele tratar como un intervalo entre las dos presidencias batllistas, el gobierno de Williman llevó a cabo emprendimientos relevantes y enfrentó procesos sociales y políticos difíciles. Este presidente, más conservador que su predecesor, significó un respiro para los que se oponían el reformismo batllista. 
    La combinación de un período próspero y una buena administración permito el pago de la deuda pública y la garantía de los ferrocarriles, y todavía dejó un superávit para el Estado. Se invirtió en obras públicas, sobre todo en infraestructura vial y en la finalización del puerto de Montevideo, cuya administración pasó a manos del Estado. En el plano institucional, se reorganizaron los ministerios y se instaló la Alta Corte de Justicia (1910), órgano máximo del Poder Judicial previsto en la Constitución de 1830.
    Pero en estos años también hubo problemas. Pese a la bonanza económica, la distribución del ingreso no era equitativa. Los sindicatos protagonizaron grandes huelgas en procura de mejoras salariales y laborales, y fueron duramente reprimidos por la policía.
    Pese a las sucesivas leyes de reforma electoral, la representación de las minorías siguió irresuelta. Los blancos practicaron la abstención como protesta, pero en octubre de 1910 se produjo un nuevo pronunciamiento armado. Fuerzas acaudilladas por Basilio Muñoz ingresaron desde Brasil y luego de diversas escaramuzas lograron tomar el pueblo de Nico Pérez. La superioridad militar del gobierno resolvió rápidamente el conflicto.
    En política exterior, Williman debió enfrentar conflictos de límites con Argentina y Brasil.

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